Cap.7: ¿Tan pequeña me ves?

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-S..sí, claro.-tartamudeé.

Zayn extendió la escalera verticalmente y subió por ella.

-Hola.-sonrió.-Cuanto tiempo.-esta vez la que reí fui yo.

-No hables muy alto, no quiero que se despierten.-le pedí.

-Vale.-dijo con la voz muy baja.-¿Acabáis de venir, no?-me preguntó.

-Sí.-admití. Hubo un silencio un tanto incómodo. Él se había quedado callado mirando el horizonte y yo también. Reconozco que a veces torcía un poco la mirada para verle.

-Oye, ¿estas cabreada conmigo?-me preguntó de sopetón.

-¿Debería estarlo?-espeté.

-No lo sé, es que creo que me he pasado en la playa.

-Bueno, sí te has pasado un poco. Pero no sé, no me voy a enfadar contigo por eso.

-Pues parecía que lo estabas.-recapacitó.

-Sí, lo estaba.

Zayn rió.-¿Amigos?

-Eso no se pregunta, hombre.-le sonreí pícara.

Zayn rió tímidamente y se volvió a apoyar en la barandilla y siguió fumando.

-¿Me das?-le pedí.

-¿De qué?

-Piti.-aclaré.

-Ni de coña.

-¿Por qué?

-Eres muy pequeña.

-¿Pequeña, yo? ¿Cuantos años crees que tengo?

-Mmm...¿catorce?-bromeó.

-¿Catorce? ¿En serio? ¿Tan pequeña me ves?-le sonreí tímida.

-Mm..no sé, no sé.-se cogió el mentón como pensando.-¿Máximo dieciséis, mínimo quince?

-Eres tonto.-entorné los ojos. Me fui a ir hacia dentro cuando él me agarró por el brazo.

-Ei no, quedate.-me agarró fuerte de la muñeca. Me recordó a la tarde con Kevin, cuando yo le pedí que no contara nada.

-Dime cuantos.

-Diecisiete.

-¿Tantos?-bromeó.

-Joder, que te den.-dije tontamente entre risas. Me volví a meter para dentro y esta vez me agarró por la cintura.

-En serio, quedate.-me suplicó. Yo me sonrojé ya que notaba sus manos presionando contra mis caderas.

-Bueno, va...-le sonreí.

-Pareces más pequeña de lo que eres.-me confesó.

-A mi no me gusta parecer más pequeña, a los tíos no les gusta...

-Yo no te he dicho que me no me guste.-me sonrió.

-Tonto.-le di un golpecito en el hombro.-¿Entonces no me dejas un poquito?-señalé el cigarro.

-No, esto te mata y no quiero que mueras por mi culpa.

-No creo que por una vez pase nada.

-No, yo no seré el culpable.

-¿Por qué? Tu fumas.-le recriminé.

-Sí, pero yo soy yo y tú eres tú. Son cosas diferentes.

-Ai, dame un poco.-le intenté coger el cigarrillo y él lo elevó. Yo era más bajita que él así que no lo alcanzaba. Me pegué contra él, para cogerme impulso. Pero seguía sin llegar.

-Para Sky, para.-rió. Para librarse de mi, tiró el cigarro por el balcón.-Ale, así ya se acabó todo.

-¿Se acabó? Pues entonces me voy a dormir que tengo sueño.

Me metí para dentro y él se quedó mirándome. Pasé la cristalera abierta y cuando la fui a cerrar él me llamó.-Sky...

Subí la mirada.-¿Sí?

-Me alegro de haber arreglado contigo las cosas.-me sonrió. Dios, que sonrisa.

-Yo también...-cogí aire.-Buenas noches, hasta mañana.

-Que duermas bien.-concluyó.

Cerré la puerta corredera de cristal y me metí para dentro. Vi como Zayn se bajaba para su balcón y pude oír como corría la puerta él también.

Así que me cambié, me puse mi pijama para dormir. Mi pijama estaba compuesto por unos pantalones rosas cortos y una camiseta de color blanca con las palabras 'Swag' en negro.

Me tumbé en la cama, junto a Nicole y a Carla que dormían plácidamente. Recuerdo que la última imagen que me pasó por la cabeza antes de quedarme dormida completamente, fue su increíble sonrisa y su pelo perfectamente despeinado.

-¡Buenos días!-exclamó mi hermano.

Joder, como siempre tan jodidamente pesado. Mascullé un gemido leve, quería quedarme más rato en la cama. Me dolía bastante la cabeza. Levanté un poco la mirada y le vi mirando tan cerca que casi me choco con él.

-¡Que susto, coño!-grité asustada.

-Es que soy una zanahoria malvada...-bromeó.

-Dejate de bromas, y no grites por favor. Me zumba la cabeza...-le pedí.

-Si me hicieras caso y no bebieras tanto esto no te pasaría.-hizo un gesto de aprobación con su cabeza.

-Ni que tú no bebieras cuando sales de fiesta.-le reproché molesta por su comentario.

-Si, verdad. Pero yo tengo veinte años y tú diecisiete. Ahí cambia la cosa.

-Vale, vale, vale. Tu ganas, pero dejame en paz ya.

-Vale, pero iros despertándoos ya, ¿vale?

-Vale, tranquilo, ya las voy despertando.-le contesté para que me dejara en paz y se fuera. Y así lo hizo. Mi hermano desfilo para abajo y yo me quedé ahí tumbada, mirando al techo.

Que puto dolor de cabeza, por dios. No me debería haber pasado tanto con la bebida. ¿Si yo estaba mal, Nicole y Carla como estarían?

Lo último que recuerdo de Nicole es que estaba perreando con un tío. Y ahora que estaba más atenta, podía ver que conocía a ese chaval. Era un amigo de Kevin, se llamaba...creo que Erik.

De Carla no recordaba nada a parte de que no había estado muy atenta a los chicos que habían en la fiesta, ya que, aunque ella no me lo reconociera, seguro que estaba pensando en Harry y sus preciosos rizos.

-Carla, Nicole.-les moví un poco los hombros.

Sólo obtuve un pequeño gemido de desaprobación por parte de ambas.

-Carla, Nicole.-volví a repetir.

Y otra vez el mismo exacto gemido.

-¡Coño que os despertéis!-grite con todas mis leves fuerzas.

Las dos dieron un bote en la cama y se tocaron la cabeza.

-No hace falta que grites tanto.-pidió entre lamentos Carla.-Tía, ¿tu sabes como tengo la cabeza?

-Lo mismo digo.-añadió Nicole con la voz ronca.

El cabello que la noche anterior estaba perfectamente alisado, ahora estaba alocadamente mal colocado y con las ondulaciones propias y naturales del precioso dorado pelo de Nicole. Ella odiaba cuando tenía el pelo de esa forma, decía que era horroroso. Pero la verdad, es que era mucho más encantador que cuando lo llevaba liso.

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Jé, aquí os dejo el segundo. Espero que os guste é.é

+6coments.