C.7: Es curiosa la reacción humana.

El silencio nos rodeaba, ese incomodo silencio nos rodeaba. Pero el lo paró.-No sé porque preguntas esto, pero creo que ya ha quedado suficientemente claro que me da igual lo que pueda perder por estar contigo.-Le miré y él colocó sus manos sobre mis mejillas. Las acarició.- Nunca he dudado y nunca me he arrepentido de haberme casado contigo. Te quiero y eso es lo importante. Me importa una mierda si se inventan mil rumores sobre mi carrera, sobre mi o sobre cualquier cosa. Lo único que me importa eres tu y el bebé. Ya esta. Nada mas, ni exclusivas ni nada. Ha llegado a haber veces en las que me ha dado igual mi carrera, mis fans, todo.-tenía los ojos llorosos.- Solamente estas tú y si crees que alguna otra mujer puede hacer olvidarme de mis sentimientos hacia ti, estas muy equivocada.

Me puse a llorar, como podía ser que había dudado de él...

Dormimos. Bueno, realmente, si alguno de los dos pudo lograr hacerlo, sin duda no fui yo . Mi cuerpo material estaba en esa sala, en esa habitación, tendido sobre la cama, fingiendo dormir. En cambio mi mente, mis pensamientos, no estaban ahí. Volaban, realmente volaban. Mis pensamientos surcaban las mareas de mi mente, y competían con el aire de esa habitación. Jugaban con él, a esconderse, a ver quien era mas invisible, mas homogéneo. Se escondían tras él, se difuminaba entre sus sombras, se perdía en lo hondo de la habitación. Sin duda ellos, mis pensamientos le ganaron la partida al derrotado aire. Eran molestos, cansados, irritantes y empezaba a cansarme de que se rieran de mí, así que intente cogerlos, agarrarlos por detrás y guardarlos en una cajita de madera con cerrojo; no pude. Definitivamente eran inaccesibles, mis pensamientos habían encontrado la manera de desaparecer, de que yo no pudiera atraparlos ni manipularlos como de bienes se tratara. Los tenía ahí, rondando por la cabeza, pero sencillamente estaban muy lejos.

Solo fue un letargo de ojos cerrados, una larga pausa para negar lo que había pasado. Para intentar enmendar el problema. Pero los problemas, desgraciadamente, no se solucionan solos. Hay que actuar y rápido. Pero yo no tenía ganas, ni siquiera de salir de la cama. Aunque no podía ni tan solo dormir. Extraño,¿verdad?

El estridente ruido de mi despertador me anunció que ya no me podía hacer la remolona. Debía despertarme. Obviamente, no quería. No estaba dispuesta a levantarme, deseaba permanecer ahí. Deseaba estar enroscada debajo de las sabanas, donde nada es importante, donde no importan los problemas que tengas, donde da igual si hace frío o calor, donde puedes estar en tu mundo.

Tenía un problema, o eso creía. Debería haberme levantado, haberle echo frente. Haberme puesto como meta ese día, que no llegaría la noche sin que yo me hubiera asegurado de haber arreglado todo. De que mi vida seguía siendo tan perfecta.

Seguía sonando y empezaba a ser muy molesto. Estiré el brazo y con un golpe instintivo, cesó de sonar. Había pospuesto mi despertar aproximadamente diez minutos, después volvería a sonar y entonces no podría dar mas excusas, me tendría que enfrentar a la verdad, a la cruda realidad.

Pensé que Justin no me lo permitiría. Creía que me jodería esos diez minutos antes. Me arrancaría de la cama si tuviese que hacerlo, simplemente para que fuera a trabajar, para que no me quedara durmiendo.

Pero no fue así. Es curiosa la reacción humana a las cosas, tan impredecible y tan extraña al mismo tiempo. En este caso, la de Justin había sido ignorarme. O eso es lo que deduje, cuando mi despertador volvió a sonar.

¡Oh, por dios! Solo te pido un día. Un día de libertad para dormir tanto como quiera. ¿ En serio no me puedes dejar dormir mas? ¿Tanto te cuesta? -repliqué en voz baja.

Hundí mi cabeza contra la almohada, pensé que si lo ignoraba, se pararía. Pero entonces caí en la cuenta, me desperté exhausta. Miré, y no estaba. Salí de la cama rápidamente, cuando esa sensación de desamparo abrazó mi alma. Bajé corriendo las escaleras y busqué por toda la planta de abajo, me maté buscando. Pero no lo vi, ya no estaba. Me había quedado claro, si teníamos que afrontar un problema; Justin no había elegido el camino de plantarle cara. No, todo lo contrarío, se había ido, había desaparecido de la casa. Había decidido ignorarme, por lo menos esa mañana.

Así que ya no tenía a nadie que me obligara a ir a los estudios. Decidí quedarme en casa.

Desayuné, y llamé a Jasper.

-¿Jasper?

-Dime,______.

-Bueno te llamaba para decirte que me encontraba mal y que no voy a ir a ensayar.

Refunfuño.-Que remedio, que te pongas bien.

-Vale, bueno pues solo era eso.

-Vale, adiós _____. Cuidate.

Colgué.

Me quedé en casa todo el día, durmiendo, haciendo el vago. Casi ni me levantaba ni para mear. Entonces sonó, mi móvil empezó a cantar la canción de Tianium.

-¿Hola?-No sabia quien era, ya que no había mirado la pantalla antes de cogerlo.

-Soy yo.-dijo risueño. Obviamente reconocí esa voz.

-Justin...-suspiré. No lo dije con muchos ánimos.

-¿Que te pasa? Tu voz esta rara.-me preguntó él preocupado.

-Nada, solamente que me duele la cabeza y tengo bastantes escalofríos.

-Ah, ya me he dado cuenta de que no estabas aquí.-Parecía molesto.

-Ya...Oye, ¿Porque te has ido esta mañana tan rápido?

-Scooter me ha llamado muy pronto y he tenido que venir corriendo.

-Ah...ya.

-Bueno, pues...-le costaba hablar.-Me gustaría que vinieses este mediodía a los estudios, había pensado en ir a comer a algún sitio.-aclaró.

-Vale, a las dos me paso por ahí.

-Vale, bueno...adiós.-colgó.

Volví a dejar el teléfono móvil sobre la encimera de la cocina. Suspiré. Estaba enfadado, o sino decepcionado. No sabía lo que era peor.

Pocos saben la diferencia entre estar 'enfadado' y estar 'decepcionado'. Bueno, pues yo lo sabía. Y la verdad, me daba más miedo que estuviera la segunda opción. Decepcionado.

¿La diferencia? Fácil. El enfado es un periodo corto, no es duradero y el noventa y nueve de las veces tiene solución. Todo el mundo discute, se enfada. En estos tiempo, el enfado no tiene significado, porque lo ha perdido. La gente se enfada hasta por la mas mínima tontería. Enfados sin razones, sin fundamentos. En cambio el estar decepcionado con una persona querida, tiene menos probabilidades de arreglarse. Cuando estas decepcionado, es como si hubieras perdido la credibilidad en una persona, como si ya nada de lo que hiciera pudieran arreglar el daño hecho.¿Algo cierto? La decepción no se arreglar, cuando uno se decepciona es para siempre. No va a ser nunca lo mismo y si alguna vez hay la mínima posibilidad de arreglarlo, se necesitan muchos años. Muchísimos. ¿Tendría yo tanto tiempo?

A las dos de la tarde, estuve ahí. Fui hacía el despacho de Scooter.

-Scooter, ¿has visto a Justin?

-Sí, creo que esta con Rebecca.

-Ems...vale-entorné los ojos.

-¿Que pasa?

-Nada, es muy largo de explicar.

-Creo que lo adivino.-dijo riéndose.

-¿Te ríes?-me parecía increíble.

-Sí, me río.-Me quedé parada. ¿De que iba?-Ahora mismo me pareces muy tonta.

-¿Perdona?¿Que has dicho?-Vale, estaba completamente perdida.

-Qué ahora mismo me pareces muy tonta, he dicho.

-Scooter, ¿de que vas?

Río, sabía que le contestaría así.-¿Sabes lo que mas me gusta de ti?-Ahora ya no le seguía.

-Scooter, no entiendo nada. No te sigo.

-Haber, si me explico.-río. Estaba de esa risita hasta el culo.- Siempre has tenido mucho carácter, pero a la vez tenías muy claro lo que era tuyo y por lo que debías luchar. Ahora,sinceramente, no te reconozco.

-Sigo sin entender nada.

-¡Joder! ¡Que eres muy tonta al tener celos de Rebecca!

-¿Celos?¿Yo?

-Reconocelo.

-No voy a reconocer nada que no sea verdad. Esta conversación me parece muy estúpida, la verdad.-Abrí la puerta, cerré dando un golpetazo y me fui furiosa.

Fui donde estaba el vestuario, y vi a Rebecca y a Justin mirando ropa nueva.

-Este me parece perfecto.-dijo Rebecca.

-Bueno...no sé. No me acaba de convencer.

Llegué yo, estaba enfadada. ¿De que coño iba Scooter diciéndome eso? Así que no pude contenerme, y lo solté.-Este es una horterada.

-¿Disculpa?-preguntó Rebecca bastante molesta.

A Justin se le abrieron los ojos como platillos y seguidamente se rió entre dientes.

-¿Te ríes?-giró para mirar a Justin. Él único que podría defenderla hacía mis acusaciones de mal gusto.

Justin paró.-Hombre...Becky, no es que sea muy acertado el conjunto...

-¿Así que no te gusta?

-Me parece que no.-me adelanté a las palabras de él.

-¡Creo que tu no opinas aquí!-exclamó 'Becky' muy, pero que muy irritada por mi presencia.

-Es mi mujer así que si que opina, y mucho mas que tu.-replicó Justin. Me miró, me sonrió y me guiñó el ojo.

-¡De acuerdo!-grito Rebecca enfadada y se fue de la sala dando un portazo.

-¡Dios si que tiene mala hostia!-exclamé.

-Hombre, tu no te quedas corta. Que vaya indirectas de odio le echas...

-Pero yo tengo derecho porque eres mi marido.-sonreí.

Justin se puso tímido, se mordió el labio inferior y me dijo.-¿Vamos a comer, Sra. Bieber?

-¿Bieber? Justin no tengo tu apellido.-reí.

-Solo queria ver como sonaba.-me sonrió.

Fuimos a comer a uno de los restaurantes que había cerca de los estudios. Justin estaba un poco nervioso, pero no le di importancia. Estábamos en público, así que cualquiera nos podía parar. No le molestaba, le gustaba interaccionar con sus fans, ya que ellas o ellos, lo eran todo para él. Pero a veces, le gustaría que le dejaran su espacio, sus momentos íntimos; pero Justin sabía que eso era difícil, ya que si alguien le veía por primera vez en persona era del todo normal que le parara y le pidiera un autógrafo, una foto etc. Eso a él no le importaba en absoluto, lo entendía perfectamente.

Nos pararon varias personas y algunas de ellas, se pusieron a gritar histéricas. Sabía que eso a él le molestaba un poco. Entendía que le parasen, que le pidieran lo que fuera, que se emocionaran, pero si era verdad que algunas gritaban demasiado, se ponían histéricas y cuando él les preguntaba algo o les decía algo divertido, ni siquiera se podía hablar con ellas.

Ya estábamos comiendo cuando me atreví a decir.-Justin, ¿estas enfadado conmigo?

-No,¿por?

-¿Y decepcionado?

-Tampoco. Vuelvo a repetir: ¿Por?

-Porque cuando me has llamado esta mañana estabas algo seco y extraño.-le aclaré.

-Es que acababa de salir de la reunión con Scooter y...bueno, ha sido larga, demasiado larga. Estaba cansado.-dijo acachando la cabeza, cosa que no me hizo nada de gracia.

Una de las costumbres que tenía Justin era la de mirarte a la cara cuando te hablaba y en esa ocasión había agachado la cabeza, como si no quisiera que viera que me ocultaba algo. Porque sabía que sus ojos le delatarían.

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¿Creeis que oculta algo? decidme lo que pensais.

¿Creeis que se ha pasado Rebecca?

Gracias por leeros mi novela♥