C.15: La felicidad tiene fecha de caducidad.

Daniel esbozó la sonrisa más alegre y sincera que jamás había mostrado y a ella le cayó una lágrima bajo sus pupilas.

El cura concluyó con un - Ya podéis besaros.- Daniel se acercó a ella, le cogió con fuerza el cuello, ella se impulsó y sus labios quedaron fundidos en un beso único y mágico.

Todo el mundo aplaudió con armonía y felicidad, ellos no remediaron en reír.

El resto de la tarde fue increíble. Fue una velada fascinante y divertida. Pero la felicidad tiene fecha de caducidad.

Cuando todo acabó, volvimos a casa agotados. Estábamos realmente cansados de tanto bailar y reír. Aparcamos el coche en el garaje, subimos las escaleras, fuimos al comedor y nos tumbamos en el sofá para ver un poco la televisión.

A Justin le llegó un pensamiento a su cabeza que hizo que un escalofrío recorriera todo su cuerpo.

-Tengo que decirte una cosa.-mencionó de sopetón.

-¿Ah?-No sé porque pero intuí que iba a ser algo malo. Estaba muy serio.

-Por favor, baja la voz de la tele.-me pidió. En ese momento Justin me dio mucho miedo y el temor recorrió cada fibra de mi ser.

-¿Qué te pasa?-pregunté asustada.

-Apaga la televisión por favor.-dijo seco.

Bajé la mirada y apenada dije.-Como quieras...-bajé la televisión , como él me había pedido. No me encabezoné en que me dijera primero de que se trataba, supongo que porque estaba muy cansada y harta de discutir por todo. Pensé que si me decía algo malo yo no podría hacer nada, así que ¿porque discutir? No tenía fuerzas para levantarle la voz y gritarle. Solo callé y escuché.

-_______ no puedo estar contigo durante el embarazó.-no osaba mirarme. Creo que me enfurecí más por el hecho que no me lo dijera con la cabeza bien alta, que realmente por lo que me estaba explicando.

-¿Qué?-recapacité en lo que me había dicho.-¿Por qué? Justin...¿Que pasa?

-Tengo una gira. Debo marcharme.

Sus palabras resonaron por toda mi cabeza como si fueran martillos. Me hacían daño. No quería escuchar, pero a la vez no quería taparme los oídos.-¿Des de cuando lo sabes?-le agarré el mentón y lo alcé.

-Des de hace bastante tiempo. Mañana a las 9 cojo un avión.-reconoció.

-No quiero discutir.-dije sin pensar, soltando con rabia su mentón. Era realmente lo que sentía, no quería gritarle. No quería acabar discutiendo como siempre, no quería una pelea antes de acostarnos y que el decidiese bajar a dormir al sofá. No lo quería, porque no lo podría aguantar.

-Yo tampoco y por eso no te lo dije antes. No quería verte triste.-me cogió fuerte de las muñecas para hacerme entender.

-Me da igual Justin. Vete si eso es lo que quieres.

-No quiero, pero es que debo irme. No puedo reemplazarlo. Scooter ya lo intentó pero fue imposible...- No le gustó mi reacción, en cierto modo quería que yo le discutiera, que le gritara, que me enfadará, que no le hablará esa noche porque ese tipo de reacciones eran las comunes en mi. En cambio, había reaccionado de manera distinta, como si ya no me importará lo que hiciera. Eso no era normal en mi, en mi comportamiento. Estaba preocupado.

-Pues si debes irte, vete.-concluí.

Justin me miró sorprendido y avergonzado a la vez.-¿Te importa una mierda que me vaya?-soltó.

-No, ¿como no me va a importar? ¿Pero que quieres que haga?

-Que me discutas, que parezca que te importa algo que no pueda estar contigo los próximos nueve meses.

-¿Para que?

-Porque tu reaccionas así.-le pareció que todo su mundo se desmoronaba.

-Y porque iba yo a discutir.-una lagrima recorrió mi mejilla.-Por mucho que te diga que quiero que te quedes conmigo, no lo harás, te macharas.

-__________ no llores por favor.-me suplicó. Me iba a abrazar, cuando yo le aparté los brazos con fuerza y me levanté brusca del sofá.

-¡No, Justin, no! Dejame...-caminé despacio hacia atrás.

-________, no tengo elección.

-¡Callate!¡Ya me da igual lo que hagas! Si tienes que irte, vete. ¡Pero no sé si estaré aquí esperándote para cuando vuelvas!-no puedo remediarlo y le grité lo primero que me paso por mi cabeza. Otro de mis tantos defectos, cuando me cabreaba decía lo primero que me pasaba por la cabeza y me marchaba. Así era yo.

Pasó exactamente eso. Inmediatamente después de gritar todo eso, eché a correr hacia la puerta, la abrí con fuerza y me fui de un portazo seco y mortal. Justin se quedó sentado en el sofá, no vino a buscarme porque sabía que no iba a servir de nada. Lloró, porque había conseguido lo que no quería provocar.

Corrí a coger el coche y me fui lejos. Tenía esa costumbre, cuando las cosas me superaban, y no tenía fuerzas para discutir tanto como necesitaba, cogía el coche y daba una vuelta. Corría mucho.

Paré en seco en un descampado. La noche me rodeaba. Sujetaba el volante con mucha fuerza y me estaba haciendo daño en los nudillos. Me daba la sensación que iban a explotar, así que solté el volante. Puse mis manos doloridas sobre mis piernas y me eché a llorar. Necesitaba que alguien me abrazara, que me dijera que todo iba a salir bien, que me consolara, pero...Justin era el único que era capaz de tranquilizarme, de apaciguar mi corazón desbocado. Y algo claro tenía, no iba a volver. Así que ahí me quedé toda la noche. Detrás, en el maletero tenía una manta. Me cubrí con ella y intenté dormir. Sabía que podía ser peligroso, ya que no sabía muy bien donde estaba. Pero eso era lo que menos me importaba en esos momentos. Era consciente de que Justin no tenía la culpa, ni siquiera la tenía Scooter y tirando lejos ni tan solo la tenía Usher, pero era él quien me lo había ocultado todo hasta ese momento y eso era realmente lo que me había jodido.

Los pájaros empezaron a ser molestos y por ese motivo abrí los ojos. Me incorporé y dejé la manta detrás. Puse la radio del coche y empezó a sonar música House. Arranqué el coche y fue para la casa de Cait. Necesitaba hablar con ella. Seguramente ya estaría despierta, pese ser las siete y media de la mañana.

Piqué a su puerta y me abrió.

-¿Que te ha pasado?-preguntó asustada cuando me vio con la ropa del día anterior y con todo el maquillaje corrido.-¿Has llorado?

No pude decir nada, solamente me eché a llorar y ella me abrazó.-Cariño, pasa anda y cuéntame.

Pasé y nos sentamos en el sofá. Le conté todo lo que había pasado la noche anterior. No se lo podía creer.

-No es su culpa.-concluyó.

-Ya lo sé...-yo seguía llorando.

-Haber, primero te vamos a limpiar esa cara.-Caitlin se levantó y fue a buscar algodón y desmaquillante. Cuando volvió me limpió la cara y todo el maquillaje se borró de mi cara.-Mira, voy a hacer un chocolate que te sentará bien, ¿vale?-asentí con la cabeza.

Me dejó sola , sentada y miré hacia el reloj. Las nueve menos cuarto. Recordé que a las nueve Justin cogería el avión y inmediatamente mi cuerpo se estremeció. Como si ya no dominara mi cuerpo, en un impulso me levanté y eché a correr. Lo comprendí, tenía que verlo antes de que se fuera. No podía quedarse todo así. Recé para que me diera tiempo llegar.

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Es corto pero bueno, es que quiero dejar mucha intriga e.e

¿Llegará o no llegará?

+9coments.